Chefchaouen, la joya azul de Marruecos
Seguro que has oído hablar de Chefchaouen, Chaouen o Xauen, tres nombres que designan a una única y encantadora ciudad, la joya azul de Marruecos. Esta pequeña localidad marroquí es probablemente la más fotografiada del Magreb y al pasear por sus calles es muy fácil descubrir por qué. El color azulado de sus callejones y la limpieza de su medina la convierten en un lugar ideal para perderse cámara en mano.
Xauen, una de las ciudades más españolas de Marruecos
Chefchaouen, su nombre oficial en francés y que veremos en la mayor parte de los carteles, tiene mucho que ver con España. Fueron refugiados moriscos y judíos expulsados de la península en el s.XV los que habitaron la ciudad. Esta localidad, capital de la provincia de su mismo nombre, fue considerada una Ciudad Santa. Por ello, el acceso a los occidentales estuvo prohibido durante siglos.
Fueron los españoles en 1906 los que volvieron a abrir la misma durante el Protectorado de Marruecos. Al llegar se encontraron que muchos de sus habitantes aún hablaban sefardí o judeoespañol. La población sefardí que huyó en el siglo XV se había mantenido viviendo en la ciudad.
Junto con los más de 50 años de dominio español, la población expulsada de la Península explica que aún hoy la mayor parte de sus habitantes hable castellano. Veremos como la mayor parte de sus comercios y restaurantes tienen nombres en nuestro idioma.
De hecho, la leyenda establece una relación aún más profunda con Vejer de la Frontera. Moulay Ali Ben Rachid, el fundador de la ciudad, se enamoró de una noble vejeriega. Su amada se fue a Chefchaouen con él y se convirtió al islam, pero le embargaba la nostalgia. Por ello, Ben Rachid trató de construir la nueva ciudad a imagen y semejanza del lugar de nacimiento de su amada.
Si pintamos las calles de Vejer de azul, podemos ver que guarda una gran semejanza con la fisionomía de la ciudad marroquí. Por esta razón histórica, ambas ciudades están hermanadas.
¿Por qué las calles de Chefchaouen son azules?
Esta es una de las preguntas más habituales para cualquier turista. Son las callejuelas de Chefchaouen su principal atractivo y nadie parece saber con exactitud la razón. En la actualidad, se manejan dos hipótesis diferentes.
La primera de ellas tiene relación con los judíos sefardíes que llegaron de España. Según esta teoría, fueron ellos los que pintaron sus casas de azules para reafirmar su identidad. Frente a la persecución en España y al verde del islam, utilizaron el azul propio del judaísmo.
La otra teoría es bastante más simple. Según esta versión, los habitantes de Chaouen descubrieron que el azul espantaba a los mosquitos. Por ello, pintaban años tras años, sus calles de este espectacular color.
¿Qué hacer en Chefchaouen?
Conocer la historia está muy bien pero, ¿qué podemos hacer en Chefchaouen? Si vamos de visita a la ciudad azul, lo primero que recomendamos es llevar calzado adecuado y ropa cómoda. Chefchaouen es una localidad montañosa, situada en la coordillera del Rif y, por tanto, tiene muchas cuestas.
Lo más importante que debemos hacer en Chefchaouen es callejear por sus callejones y su Medina. En este sentido, la joya azul marroquí recuerda a localidades como Venecia, donde aunque haya mucho que visitar, lo más bonito es recorrer sus calles únicas y llenas de encanto.
Se recomienda entrar por el arco principal de acceso a la medina medieval y una vez allí, atreverse a perderse por los callejones aledaños. Toda la medina es bastante segura y llena de tiendas donde podemos regatear. El zoco es, igualmente, otro de los imprescindibles.
Si queremos ver como viven los locales, no podemos dejar pasar la Plaza Uta-el-Hamman, centro de la vida de Xaouen. Allí podremos comer o tomar un té en algunos de sus muchos bares y restaurantes. También podremos ver su mezquita, de base octogonal, aunque la entrada está prohibida a los no mulsulmanes.
La alcazaba de Chefchaouen, donde se encuentra el Museo Etnográfico de la ciudad, es otra de las visitas imprescindibles. Ver la medina desde las torres de este ksar nos dará una nueva perspectiva.
Si lo que queremos son vistas, tenemos que recomendar el mirador de Bab al Ansar, a las afueras.
Por último, si buscas una experiencia auténtica, también te recomendamos ir a ver los lavaderos, donde lavan la ropa las mujeres marroquíes o alguno de los hamman de la medina.
¿Cómo llegar a Chefchaouen?
La mejor manera de llegar a la ciudad es en coche desde Tánger (2 horas y cuarto) o Tetuán (2 horas y media).
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